Esta es la pequeña y gran diferencia entre dormir para vivir, y vivir para dormir. En este caso nos referimos a que el cuento de la democracia como objetivo de la lucha contra la dictadura, ha llevado a aquellos numerosos grupos e individuaidades que antes veíamos en protestas y que algunas veces hemos hecho trincheras o compartido algunos espacios contraculturales o eventos etc, estén ahora dormitando el sueño de la democracia que gobiernos de izquierda les han prometido. Ejemplo Chile, Perú, México…
Hasta dentro del anarquismo retumba el argumento de la democracia o mejor dicho la democracia directa, que es otra ilusión más de una sociedad que toma sus propias decisiones, es más nos dicen que debemos vivir en sociedad y hasta rechazan la individualidad como si estas fueran necesariamente contrarias o enemigas. Pues no, no lo son ni tienen que serlo, pues al final ambas se complementan. Porque somos colectividad y a la vez individualidad. Pero sale otra vez el binarismo que a palabras gruesas ahora abanderan la derecha con la individualidad y la izquierda con la colectividad. Binarismos de mierd…
Entendamos que la más pura democracia, aunque escape de la dictadura de Estado, termina siendo una dictadura de mayorías. Quedando de nuevo de lado la individualidad.
Dicen que la izquierda es especialista en apagar los fuegos de las revueltas, y sí, tienen razón. Y eso tiene un gran sentido, y el sentido es que la izquierda teme las revueltas radicales (de las que atacan la raíz del problema y no se andan con reformismos ni se estancan en Asambleas Constituyentes legitimando al Estado o algo similar a ello), porque también quiere el Poder. Y temen mucho que esas revueltas desestabilicen sus mandatos cuando las izquierdas gobiernen. Por eso la izquierda tampoco se vestirá nunca de antimilitarista, aunque a veces se disfrace de ello, ya que quiere también a lxs militares de su lado.
Ahí ven a Boric militarizando territorios Mapuche, a AMLO militarizando Mexico, a Castillo dando permiso para que vengan bloques militares extranjeros a Perú. Y siempre el mismo cuento, combatir el narcotráfico, la delincuencia etc. No son tan distintos al gobierno de Ecuador y su militarización, ni al gobierno de El Salvador con el liberal Bukele militarizando ese territorio “para eliminar a Lxs Maras” haciéndonos creer que ni tienen nexos entre estado y Maras, y encima diciéndonos que “todx Mara es unx diablo”. Hay Maras que están ahí por obligación o por necesidad, aunque esto último suene cuestionable decirlo, pero que una persona que vive en la miseria sabrá entender.
Todo gobierno y Estado (sea demócrata o dictador) es Fascista, y por ende declararnos antifascistas va de la mano con también declaranos antiEstado y antigobiernos antigorbernantes y antigobernadxs. El sueño de la democracia es una poderosa herramienta de domesticación a nuestra rebeldía a cambio de muchas cosas como lo cultural como en Colombia con Petro, o en Lima hace años con Susana Villarán. Etc etc etc
Soñar con la libertad, exige hacer algo por ello, y no esperar a que alguien o un ente autoritario (o disfrazado de revolcuionarix) lo haga por nosotrxs.