Y por ende quienes llevan sus grafitis o grafitis de otrxs con o sin permiso hacia las galerías dejan de estar de nuestro lado y se ponen del lado de lxs opresorxs y su normalizadora y alienadora cultura del espectáculo.
Este caso es de un autoproclamado artista que cree o quiere hacer creer que los grafitis deben estar en espacios limpios y lujosos para que adquieran un valor su mensaje o su trabajo. Encima por lo que me cuentan, los presenta como suyos a esa gente acomodada que frecuenta esas galerías. Eso debe acabar. Copio un artículo al respecto que data del 2017.
Artista se dedica a robar arte callejero para exhibirlo en galerías
El artista peruano José Carlos Martinat se presenta en Los Ángeles, en el Pacific Standard Time (PST), con una serie de graffitis y murales que se “apropió” de las calles de Venezuela.
El trabajo de Martinat consiste en retirar murales y grafittis de las paredes, a través de la aplicación de solventes y el uso de espátulas, para luego presentarlos en galerías como obras de arte propias.
Ya en el 2010 en la galería de Ignacio Liprandi, Martinat fue abordado por un escuadrón de vecinos y artistas de Buenos Aires que sabotearon, con bombas de humo y graffiti su exposición en forma de protesta contra el robo de arte urbano.
La edición del PST de este año, que reúne 62 artistas de 19 países, tiene como título Una Celebración más allá de las fronteras, en respuesta a la política migratoria de Trump. Martinat aprovechó la ocasión para presentar una colección de arte callejero que refleja la crisis venezolana.
El artista peruano estuvo durante 12 días de julio en las calles de Caracas, durante las elecciones de la Asamblea Constituyente, retirando las piezas de los muros, por lo que fue perseguido por la policía, por los opositores y por los chavistas.
*extraído de https://www . allcitycanvas . com/artista-roba-artes/